6 Cosas que todos hacemos y nos avergüenzan...

1. Que nos pillen hablando con nosotros mismos.

Esto siempre pasa, todos en algún momento nos hemos abroncado o echado una reprimenda justo cuando alguien entraba a la habitación. Pero esto no es solo locamente común (lo hacemos de media cada dos días, aunque algunos lo hacen más a menudo), se dice que los estudiantes que lo hacen suelen ser mejores en la escuela. También se cree que de pequeños todos lo hacemos, pero cuando entramos en la escuela paramos, por que los adultos piden a los niños que no lo hagan.

2. Repetir historietas.

La gente tiende a ofenderse cuando se le cuenta la misma historia dos veces, independientemente del tiempo que haya pasado. Se dice que repetir una historia es un signo de que o eres aburrido o que no te molestas en recordar las cosas de las que hablas con tus amigos. Estudios prueban que aunque probablemente recuerdes que esa historia ya la has contado, es muy difícil recordar a quien.

3. Dejar caer tu teléfono móvil.

Uno de cada cinco personas han dejado caer su teléfono móvil en el servicio. El 75% de los americanos reconocen utilizar su teléfono en el servicio para jugar, whatsappear, llamar. Así que todo tiene una explicación...

4. Mentir sobre haber visto una película.

... o haber leído un libro. Estamos constantemente diciendo a los amigos que hemos visto o leído libros importantes que no hemos visto o leído realmente, aparentemente sin razón. Pero parece que la raiz puede ser que nos vean como gente inteligente e interesante. Nadie miente sobre ver un pelotazo popular en taquilla, pero sorprendentemente y según una encuesta reciente un numero importante de gente mintió sobre haber visto el padrino.

5. Empujar una puerta que se abre tirando.

Vaya clásico. No hay nada ten embarazoso como una y otra vez intentar abrir una puerta en el sentido equivocado. Lo es más si estas rodeado de gente que dependen de ti para poder pasar a la siguiente estancia.

6. Tatarear una canción con la letra equivocada.

Cuantas veces hemos tatareado algo en el coche con los colegas, y de repente has sido el centro de todas las risas por que has metido la pata hasta dentro. Parece que este fenómeno tiene una explicación, y es que cuando tenemos que memorizar la letra de una canción solo recordamos los estímulos auditivos, no los visuales como el movimiento de los labios, por lo que nos es mucho más difícil recordar.

Traducción libre del artículo encontrado en www.mentalfloss.com